Quien bien le conoce, reconoce en Antonio Catalán a una persona carismática inigualable cuyo impulso holístico trasciende al ámbito empresarial. Su devoción por los suyos le ha llevado a recorrer, varias veces en un mismo año, más de media península a golpe de pedaleo, comenzando este recorrido con una promesa por la recuperación de su hija Carlota tras un accidente que sufrió y superó siendo niña. Desde entonces y con carácter anual, comparte este viaje de peregrinación con personajes ilustres llegados desde diferentes partes del mundo, que con su esfuerzo y espíritu de equipo engrandecen cada etapa.
Antonio Catalán, reconocido empresario del sector hotelero, reedita el título de líder de un pelotón, tan sorprendente como inusual, formado por ochenta ciclistas de diferentes vertientes empresariales, profesionales y artísticas que, a través de 6 etapas, pedalean para dibujar la trayectoria de la recién bautizada XXXIV Ruta Xacobea ACHM.
Haciendo gala de una impecable organización de la gestora ACHM hotels by Marriott, la logística llevada a cabo ha permitido que los participantes se fueran incorporando con su maillot “azul imperial” a un pelotón que, a lo largo de más de 800 km, ha superado 7 puertos de montaña, afrontando un desnivel de 8.000 metros.
En este último encuentro, celebrado, como suele ser costumbre, a principios de junio, han acompañado al empresario y promotor de este exigente evento cicloturista, único en el mundo, personalidades de lo más variopintas del manto empresarial, del entorno taurino, importantes celebridades deportivas, como Miguel Induráin y Roberto Heras, asiduos a este evento, y sus socios del gigante hotelero, Marriott International, que repiten asistencia a esta cita incomparable. En total, Antonio Catalán, ha logrado reunir, a lo largo de estos años, a cerca de 1.000 ciclistas en sus diferentes ediciones.
Etapas de la XXXIV Ruta Xacobea ACHM
Navarra es siempre el lugar de partida. AC Hotel Ciudad de Tudela es el punto de encuentro donde tiene lugar la cena de bienvenida. Tras un simbólico pistoletazo de salida, el pelotón, liderado por Antonio Catalán, se dirige a su Corella natal para la celebración de la tradicional misa, inaugurando la primera etapa en la Parroquia de San Miguel, para partir desde allí hacia Logroño, ciudad en la que encuentran refugio alojándose en AC Hotel La Rioja, tras superar los primeros 115 km.
La segunda etapa se vuelve más demandante en su paso por tierras que atraviesan zonas de cultivo y serranías de mayor y menor relieve, desfiladeros donde suele ser frecuente el avistamiento de aves rapaces sobrevolando el cielo, y pueblos bañados de historia, como Santo Domingo de la Calzada, Ezcaray, Fresneda de la Sierra Tirón o Ibeas de Juarros, conocida por su cercanía a los Yacimientos de Atapuerca, que quedan atrás en el reflejo del pelotón en su camino para descubrir la Catedral de Burgos, Patrimonio de la Humanidad, antes de encontrar reposo en AC Hotel Burgos.
Desde aquí, parte el grupo ciclista en la tercera etapa hacia León, en cuyo recorrido se encuentran llanuras de la comarca del Páramo con vistas infinitas de la meseta, salpicadas sutilmente por joyas del románico tan representativas como la Iglesia San Martín de Frómista. Atrás quedan pueblos cuyas villas medievales, como la palentina Carrión de los Condes, enamoran a los peregrinos por su herencia románica.
En su constante pedaleo son testigos de los restos históricos de la Ermita de la Virgen del Puente, en Sahagún, de estilo románico-mudéjar, en pie desde el siglo XIII. Le siguen en su recorrido otros pueblos como El Burgo Ranero o Villaturiel. Esta fase termina en el corazón de León, a los pies de dos torres simétricas y un gran rosetón que ilumina, a través de los vitrales, los arcos de crucería en su interior, soportados por los inmensos arbotantes exteriores, protagonistas en la que representa otra de las maravillas del arte gótico, la Catedral de Santa María de Regla, en León, que, junto con la de Burgos, representan dos de las tres joyas más importantes del gótico a nivel mundial. El descanso llega más tarde, en AC Hotel León San Antonio.
La cuarta etapa dirige al pelotón hacia Ponferrada, atravesando pueblos declarados Patrimonio histórico-artístico por una riqueza monumental incalculable, con edificaciones y restos romanos, románicos, góticos, renacentistas, barrocos y modernistas, como es el ejemplo de Astorga y su Palacio Episcopal diseñado por Antoni Gaudí. La Ruta continúa su curso atravesando las calles empedradas y las casas blasonadas construidas por piedra y arcilla roja, en su paso por Castrillo de los Polvazares y Rabanal del Camino.
Con un escaso arbolado y una cresta de la sierra muy pronunciada, en pleno cruce de los Montes de León, los ciclistas llegan a uno de los puntos más emocionantes del peregrinaje, alcanzando los 1.497 metros sobre el nivel del mar, para hacerse una foto de equipo en la Cruz de Ferro, que supone el punto más alto del Camino de Santiago Francés, entre las localidades de Foncebadón y Manjarín.
En una bajada igual de exigente físicamente, se atraviesan dos de los pueblos considerados de los más bonitos de España, situados en la comarca de El Bierzo: El Acebo y Molinaseca, declarada Conjunto Histórico-Artístico desde 1.975. Esta etapa culmina en Ponferrada, situada en la confluencia de los ríos Sil y Boeza, conocida por albergar el impactante Castillo de los Templarios, Monumento Nacional Histórico Artístico desde 1.924. AC Hotel Ponferrada les recibe para darles cena y cobijo con los más elevados estándares de calidad.
Continuando su trayecto por El Bierzo, el pelotón atraviesa enclaves únicos en la quinta etapa, que les dirige hacia Portomarín. En este tramo de 120 km cabe destacar la belleza del Castillo de Sarracín, en Vega de Valcarce, declarado Bien de Interés Cultural. Se estima que fue construido en el siglo IX y pese a la adversidad de las condiciones climatológicas, todavía conserva sus dos torres de vigilancia.
En esta etapa, este equipo ciclista de ACHM encuentra a su paso dos puertos de montaña, Alto de O Cebreiro, con una altitud de 1.305 metros y un desnivel de 656 metros, y Alto do Poio, con una altitud de 1.335 metros y un desnivel de 844 metros. Tras cruzar varias villas medievales de Lugo rodeadas de naturaleza, monumentos y edificios históricos, llegan a Portomarín, uno de los pueblos más importantes del Camino de Santiago, reconstruido en la Edad Media junto a un puente romano sobre el río Miño.
La sexta y última etapa transcurre por tierras gallegas. Durante 125 km, el equipo atraviesa pueblos con encanto como Palas de Rey, Melide o Arzúa (denominación de origen del queso Arzúa Ulloa), intercalados por campos de cultivo, riachuelos y bosques tranquilos. El pelotón culmina su viaje llegando al casco histórico de Santiago de Compostela, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1.985, donde se pone punto final a la última edición de la Ruta Xacobea ACHM, tras asistir a la misa del Peregrino en la Catedral de Santiago y hacerse la foto de familia en la plaza del Obradoiro.
El momento más emotivo del <<Camino francés>> tiene lugar durante la celebración de la cena de clausura en Palacio del Carmen, Autograph Collection, con una memorable gala en la que premios, risas y confidencias ponen el broche final a una experiencia única creada por el empresario navarro.